Ayer vimos cuál sería el tren más rápido del mundo pero de momento sólo en el plano teórico, ya que por ahora se limita a diseños y bocetos: el Hyperloop, que podría alcanzar una velocidad de 1.000 kilómetros por hora. Sin embargo ya está casi a punto de estrenarse otro que, sin llegar a ese nivel cercano a la ciencia ficción, sí batirá récords: el Maglev.
El nombre viene del sistema impulsor, magnetic levitation (levitación magnética) que, curiosamente, esel mismo que en Hyperloop y parece ser el futuro. O el presente, en realidad, puesto que el famoso tren bala japonés, ése que tantas veces vemos fotografiado a su paso ante el iconográfico monte Fujiyama, funciona también de esa forma.
De hecho, es la levitación magnética la que permite desarrollar tan elevadas prestaciones, ya que elimina la rozadura de las ruedas sobre los raíles y su efecto de frenado porque el tren “flota” en vez de deslizarse. Así, las primeras pruebas ha que ha sido sometido el Maglev revelaron que puede alcanzar nada menos que 581 kilómetros por hora.
El Maglev será un digno sucesor del mencionado tren bala, puesto que el país que lo está desarrollando y sometiendo a los tests previos es precisamente Japón, un auténtico pionero de la alta velocidad. En concreto, la JR Tokay (Central Japan Railway) tiene previsto empezar a construir las vías en 2014 con vistas a establecer una ruta que enlace las ciudades de Tokio y Nagoya, a inaugurar el año 2027.
La lejanía de la fecha viene explicada por la necesidad de que la línea tendrá que ser muy recta para poder alcanzar la velocidad máxima y ello conlleva abrir 248 kilómetros de túneles, obra muy compleja que requiere muchos estudios previos y, por tanto, tiempo. Algo que empieza a dilatarse porque el Maglev empezó a dar sus primeros pasos ya en 1997.
Foto: Yosemite en Wikimedia
