Las religiones son parte de nuestra sociedad es por ello por lo que para muchos el visitar santuarios, iglesias o monasterios es algo importante en sus vidas.
El turismo religioso forma parte ya de nuestro día a día. Tanto es así que la llegada de visitantes a los santuarios miembros de la reciente Ruta Mariana (Pilar, Torreciudad, Lourdes y Montserrat) ha aumentado entre un 10% y un 20% durante los ocho primeros meses del año, según cifras facilitadas por la asociación que agrupa a los cuatro centros.
Alrededor de 12 millones de personas, entre visitantes y peregrinos, visitan cada año estos cuatro “destinos espirituales”.
Y es que a pesar de que cada santuario tiene un perfil determinado de visitantes, la mayoría de los turistas religiosos nacionales proceden de Andalucía, Catalunya, Madrid, Valencia y Galicia.
Entre los extranjeros, destaca en primer lugar Italia, seguido de los turistas de Francia, Polonia, Alemania y Portugal.
INICIATIVA PIONERA
La Ruta Mariana se puso en marcha oficialmente en 2009, aunque desde hace años numerosos peregrinos que hacian la ruta hasta el santuario francés de Lourdes ya pasaban primero por Zaragoza para visitar El Pilar y luego por Torreciudad. Por lo que es la primera vez que cuatro santuarios se unen para crear una asociación de este tipo.
“El proyecto, aunque pueda parecer en un principio de carácter exclusivamente religioso, busca establecer un producto turístico capaz de potenciar el cariz cultural, histórico, patrimonial, natural, gastronómico, deportivo y rural de las ciudades, pueblos y comarcas por donde se desarrolla la ruta”, explican los promotores de la Ruta Mariana.
Durante el primer año de funcionamiento de la Ruta Mariana, se han llevado a cabo diferentes acciones de promoción conjunta como catálogos o el lanzamiento de la web https://rutamariana.com
La realidad es que el turismo religioso, desde hace ya muchos años, ha adquirido una tendencia constante de crecimiento. Cada vez son más los destinos ‘espirituales’ que se ofrecen al público, añadiendo alrededor de éstos una gran oferta cultural y patrimonial para hacerlos más atractivos.
La Ruta Mariana añade al turismo religioso un montón de alicientes. Visitas culturales a Barcelona, Zaragoza y Huesca; turismo de naturaleza, como el Valle de Ordesa o los parques naturales de Montserrat o el Pirineo; muchos alicientes gastronómicos y no digamos nada de los vinos y los cavas… En fin, que les auguro un producto turístico enormemente interesante
Y es increible que las Agencias de Viaje sigan dando la espalda a este tipo de Turismo. Felicidades a la Consultora ARADEX, por hacer sacar adelante este proyecto turístico – religioso.