Las noches en vela y los ruidos tan molestos de los aterrizajes y despegues de los aviones se termina. Y es que AENA, el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Zaragoza han pactado un plan para reducir el ruido que genera el tráfico aéreo y que podría ponerse en marcha a finales de este año.
AENA promoverá las llamadas “aproximaciones verdes”, que consisten en un descenso continuo de los aviones antes de tomar tierra, la prohibición de las operaciones de aeronaves que incumplan el nivel acústico de certificación 3 y sanciones para los aviones que no respeten el pasillo aéreo.
Aunque se trata de una maniobra voluntaria que solicita el piloto, su uso supone un ahorro de unos 250 kilos de combustible. Además, implica una reducción del ruido de entre 5 y 6 decibelios en las zonas más cercanas al aeropuerto.
A finales de este año o principios de 2012, AENA también implantará en Zaragoza el Mapa Interactivo del Ruido, que ofrecerá información precisa sobre las trayectorias de las aeronaves civiles, la contaminación acústica que producen los aviones y las maniobras de descenso continuo de aproximación. Este sistema busca ofrecer la mayor información posible para los ciudadanos y asegura que los aviones atraviesan el pasillo aéreo.
Por último y por si fueran pocas las novedades, en octubre de 2012 el aeropuerto de Zaragoza contará con el nuevo sistema de aterrizaje que permitirá operar en el aeródromo de la ciudad en condiciones de baja visibilidad. Y es que en el caso de la terminal aragonesa el mayor problema es la niebla, ya que, en determinadas épocas del año, obliga a cancelar diversos vuelos.
